El fin de semana, en un intento de ponernos al día en términos fílmicos, miramos "Puente de Espías". Mientras, además, sigo leyendo "Creativity Inc". Y en algún momento se me cruzó alguna idea entre ambos y ahora me tiene acá, escribiendo este post.
¿Qué pueden tener en común, entonces, un abogado diplomático y un ingeniero en sistemas?
James B. Donovan tuvo el particular y polémico caso de defender en Estados Unidos a un espía soviético en plena Guerra Fría. Su pasión por las leyes y el profundo convencimiento que un juicio justo era lo que correspondía, lo llevó a defender a su "cliente pro-bono" hasta la Corte Suprema. Y en ese proceso tuvo que enfrentarse a un socio del estudio donde practicaba, e incluso, luego, sufrió el hostigamiento de un influyente juez que pretendió convencerlo; y finalmente, pero no menor, se enfrentó a la opinión pública, que lo apodaba “commie lover” y le hacía llegar todo tipo de amenazas.
Edwin Catmull tenía el sueño de crear el primer largometraje completamente realizado en animación computada. Una idea para la que todavía ni siquiera existían las herramientas que el mismo se encargó de programar. Ni tampoco las computadoras con la capacidad suficiente de soportarlas. Su cabeza estaba años más adelante que su cuerpo. Y mientras tanto, ni en Disney valoraban aún su idea pues preferían mantener sus métodos tradicionales; y estuvo al menos tres veces al borde de la bancarrota. En ese proceso se cruzó con George Lucas quien pretendió convencerlo para que siga trabajando en efectos especiales pues no podía bancar su proyecto. Prefirió decirle que no. Y luego vino, nada más ni nada menos, que Steve Jobs quien también quiso que Ed se dedique a fabricar software y potenciar su proyecto Next. También se negó.
Y eso tienen ambos en común, la capacidad y el valor para decir que no. Rechazaron el camino laboral lógico, ignoraron oportunidades que significaban un crecimiento, se plantaron ante personas realmente influyentes. Ignoraron el camino fácil.
En esos momentos donde a algunos les cambia la vida para siempre, ellos prefirieron seguir igual... Porque sabían que al final del camino los esperaba lo que realmente iba cambiarles la propia.
Así, Donovan negoció y consiguió el intercambio de personas más significativo de la guerra fría; y años más tarde, logró que liberen a más de mil prisioneros de la Cuba castrista. Por su parte, Catmull alcanzó el sueño de su vida creando Toy Story, el primer largometraje completamente realizado por animación computada, revolucionando la industria del cine y construyendo junto a Disney esa inagotable máquina de contar historias animadas conocida como Pixar.
Pero a efectos del post, me importaba más el medio que el fin. El proceso que el resultado. No importa cuán buena era la oferta, le dijeron que no a todo lo que los distraía de su propósito.
Y en definitiva, a lo único que no renunciaron fue a aquello que los apasionaba.
0 comentarios