Quiero evitar los spoilers, quiero que lo disfruten sin más preámbulos... Menos de dos minutos, y después sigo.
La historia es fantástica. Y la historia de la historia, también.
Un estudiante de cine, John Wikstrom, levantó una historia casi anónima de un comentario en YouTube. La adoptó, citó al verdadero padre, la crió y la hizo crecer para contarla de esa manera tan especial... Y el resto está sobre la mesa: 1 millón de views en dos semanas.
¿Cuántos comerciales realizados por profesionales, con presupuestos gigantes, y con marcas empujándolos, no llegan a ningún lado? Aquí tienen el de un estudiante, casi sin recursos, y sin un brand manager que lo brifee. Y a veces, es mejor así. Mucho mejor.
Porque en la era de Internet las historias están dando vueltas. En las redes sociales, en un post anónimo, en los comentarios de un video... Y son reales, genuinas, verdaderas. Por eso cuando alguien las produce de una manera tan bien lograda, funcionan.
Y otra vez, no sólo tenemos que cuestionar a la televisión como medio, pero también, a las producciones publicitarias que implica. O implicaba.
Es, para muchos, el mejor aviso en la historia de xbox. Y la marca no tuvo nada que ver.
Hay nuevas maneras de contar historias porque Internet las ha vuelvo exponencialmente incontrolables. Y más poderosas.
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