Por todo esto, compartiré esta historia pero evitaré mis comentarios. Porque necesito que la vean. Porque aún cuando no opine al respecto, no podía dejar de publicarla. Porque, en definitiva, se cuenta sola y tampoco serían necesarias mis palabras.
Pero ojalá sean uds. los que dejen sus opiniones.
Porque esta es la historia de Eliana, la que puede ver el color del viento.