Mario Varga Llosa tuvo que aprender a escribir, como todo el mundo. Ginóbili no siempre fue "el 20 de los Spurs y el 5 de Argentina". Albert Einstein fue al colegio. Y Miguel Ángel a un taller de pintura.
Nadie empieza algo siendo el mejor. Ni siquiera, siendo todo lo bueno que puede ser. La diferencia está en el momento en que algunos deciden renunciar y otros se animan a seguir. Porque todos, alguna vez, fuimos principiantes. Pero ante la duda, algunos abandonan. Y otros, se animan a dejar de serlo.
Para cada uno de esos momentos, vale este video:
Porque no hay excusa. Aplica a todo. Puede requerir tiempo. Y mucho trabajo. Pero es la única forma de dejar de ser un principiante.
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