Cualquier puede tener un blog. O una plataforma, sitio, comunidad. Y cualquiera en serio. Literalmente. Se tarda minutos en abrir uno. Pero el éxito dependerá, claro, de quién esté atrás de él.
Y así como en su momento le dediqué un post a EnUnaBaldosa, he aquí tres casos que quiero compartirles porque ya los deberían estar siguiendo...
Jomofis: la comunidad de quienes trabajamos en casa.
DeBondis: el bondi es el único momento realmente nuestro.
Felizitate: viralicemos la felicidad.
Sus respectivos autores me regalaron algunos minutos de su ocupada agenda para sacarles algunas respuestas. Y esa es, probablemente, la primera de sus características: el proyecto aquí publicado es sólo una de las tantas cosas que hacen, incluído claro, un trabajo.
El primero es Jomofis, de Pablo Martín Fernández (aka @fernandezpm)
Su autor, en un tuit lo definiría como "Jomofis es un sitio con información, consejos, herramientas y más para la creciente comunidad de los que trabajamos en casa. Será mucho más."
Y de esa comunidad que hace del Home Office un hábito, ya hay tres mil personas que los siguien a diario desde las redes sociales y el feed. Todos orgánicos, genuinos; ni un peso en publicidad.
El centro del proyecto es Jomofis.com, un blog con posts periódicos que van desde consejos para mejora el rendimiento laboral en casa, hasta fotos de los escritorios hogareños de las mentes más brillantes. Complementan la propuesta con Facebook y Twitter.
Lo valioso de esa generación de contenido es que, más allá de alguna columna especial de Martina Rua y algún otro invitado puntual, el staff es unipersonal: sólo Pablo. La idea, de todas maneras, es poder generar un grupo fijo de colaboradores durante el próximo año para poder "crecer de a poco".
¿Pero por qué, entonces, alguien como Pablo se embarca en esta aventura? "Por que de todas las ideas que a todos se nos ocurren esta fue la más realizable, (...) y sobre todo, porque es una gran opción que puede mejorar la vida de muchos trabajadores."
Hoy ya es común que en las redes se utilice "Jomofis" para hablar genéricamente de esa alternativa laboral. Y eso, a Pablo, lo llena de orgullo. Y mientras, nos promete: "Estén atentos porque esto es apenas el comienzo."
En LQOV, soldados del Jomofis, seguiremos prestando atención.
Y como Bonus Track, les dejo una charla de Pablo en TEDxUBA que si bien no habla de este proyecto, nos ayuda a conocerlo un poco más.
El siguiente es DeBondis, de Francisco Crescimbeni (aka @pancheu)
Nació originalmente como un Tumblr, salió a la fama como una página de Facebook y muchas de las ideas nacieron en Twitter. El Instagram es muy chico, pero también está.
¿Y qué sucede en cada uno de esos lugares? "Justamente, es un homenaje a todo lo que pasa en y alrededor del colectivo, con observaciones, curiosidades y sobre todo humor."
Si bien Pancho es el creador, administrador, diseñador y generador de contenido, "lo que empezó siendo una página de colectivos, hoy es una página colectiva". Porque según el mismo autor, este proyecto no sería nada sin toda la gente que colabora diariamente. Esa es la magia de Internet y de estos proyectos.
Porque, para que quede clara la magnitud de esta idea, tiene más de 110 mil fans en Facebook... Fanáticos que, como todas las mañanas esperan el bondi, también esperan las ocurrencias sobre lo que sucede en él.
¿Y por qué Francisco se subió a este bondi? Por sus pasiones: comunicar, el humor, la observación y, de algún modo, la crítica. "Disfruto de poder llevar a cabo y comunicar ideas y observaciones, pero más todavía cuando a la gente le gustan. Me divierte comunicar, hacer, innovar, experimentar."
A este colectivo le han ofrecido pautas publicitarias y alternativas de monetización. Todas rechazadas. Básicamente, porque su autor teme que DeBondis se prostituya. Y seguramente esa cautela celosa sobre su proyecto es lo que le permitió llegar a La Nación, a Radio Metro, CN23, y otros tantos medios...
Y sin embargo, la mayor alegría de su autor recae en la gente: "escuchar a dos chicas hablando de "esto es re De bondis" en el bondi, o a un chofer mandando un saludo especial con el tablero electrónico para De bondis... Esas cosas me matan".
Este fue el humilde aporte de LQOV para los que lograron que, viajar en bondi, sea al menos, un poco más "DeBondis". Y mejor, si se los cuenta él:
Finalmente, Felizitate, de Nicolás Coccolo (aka @ncoccolo)
En Facebook te propone poner de moda la felicidad; en su blog, habla de viralizarla... ¿Hay que estar loco, no?
Lo suficiente para decir que Felizitate no está mal escrito, sino que nace de la construcción de “hacete Feliz”. Y definirlo, entonces, como "un spa mental en el medio de la web".
Junto a Nicolás, en esto de hacernos felices, también trabaja (?) Sol (@solcab). Y a ellos, en su FanPage, ya los siguen más de 10.000 personas.
¿Y por qué Nicolás dedica tiempo a este intento de hacer felices a los demás? Y la respuesta nos sacude como un sincericidio: "porque me hace bien a mí, sino no lo haría". Es que en definitiva, ese es el secreto de la mayoría de los que encaran un proyecto como este: siempre necesitan algo más para realizarse.
También, otro punto común de estos creadores, es la satisfacción del comentario ajeno por algo realizado. Así Nico nos cuenta que la mayor alegría de este proyecto son, justamente, "...esos mensajes privados o mails donde alguien que no conocés, que jamás te cruzaste, ni sabés nada de su vida, te agradece ¿Entendés? Alguien me agradece por algo que hago con…pasión (?). Eso no tiene precio, uno solo de los mensajes que recibimos pagó todo el tiempo, ganas y amor que le pusimos y ponemos a Felizitate."
Y tanta pasión le ponen que la gente de Coca Cola los invitó a sumarse a su campaña "Volvámonos Locos". La propuesta de Felizitate fue salir a la calle y pedirle a la gente que los mire a los ojos por un minuto: #HayQueMirarseMas. De hecho, desde acá, ya los habíamos mirado con un post.
Ahí están. Esos son los tres pequeños grandes proyectos que ya deberías estar siguiendo. Desde acá, nuestras felicitaciones y agradecimiento a los respectivos autores.
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