Desde su particular comunicación, han sabido combinar videos especializados con sátiras o parodias, y en ambos, los protagonistas son los jugadores profesionales del circuito.
Y no es casual que son estos últimos los que les generan más tráfico y views. A punto de alcanzar los tres millones de vistas por el duelo entre Rory McIlroy y un robot, acaban de lanzar otro que lleva casi medio millón en un par de días.
El mérito recae en la naturalidad de las producciones. Lejos de querer forzar un viral, lo más atractivo es la espontaneidad con la que los jugadores participan de las iniciativas.
Así que basta de palabras. Acá los tienen, los jugadores profesionales imitando al gran Happy Gilmore.
Y el éxito anterior: Rory en pleno desafío contra una máquina.
Lo repetimos una vez más: la gente no quiere publicidades, quiere contenido.
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