Porque por lo general, la industria del juguete parte del entretenimiento y termina en el producto. Es decir, primero aparece la película, la serie, el dibujito, el personaje, y luego viene una batería de merchandising o licencias asociadas. El problema, lógico, es que cuando dicho protagonista pasa de moda, con él se caen todas las ventas asociadas.
En cambio, si el proceso es inverso, se evade la moda. Léase: se crea un juguete, se construye una marca, y luego se produce entretenimiento a partir de dicha propiedad. La fórmula funciona con las dos propiedades más vendidas de la categoría: Barbie para ellas, HotWheels para ellos.
Ese es el valor de Mattel. No sólo hace buenos juguetes, antes construyó una marca y le agregó valor y contenido. Ahora puede contar historias.
Hecha la introducción, no me canso de dedicarle posts a HotWheels. Y vuelvo a recomendar a algunas de sus acciones: unas gigantografías espectaculares en México y Colombia, un mapping impresionante en Australia, y el terrible récord de salto en largo arriba de un auto.
La campaña HotWheels for Real se explica sola. Llevan los autitos de colección al mundo real. Y una marca de juguetes a una de culto.
Y como parte de esa campaña, siguieron apareciendo acciones espectaculares. Así que hace un par de meses, aprovecharon los X-Games en Los Ángeles para batir otro récord.
Tan espectacular es lo que están haciendo que algunos de sus videos son comparables a los que ya hemos destacado de Red Bull, por ejemplo.
Y finalmente, para cerrar, no estaría nada mal poder ver los juguetes en tamaño real, ¿no? También lo hicieron: hasta Enero del 2013 en el Children's Museum de Indianapolis. Cerremos el post con algunas de esas fotos:
HotWheels. A sacarse el sombrero. Y a disfrutarla.
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