¿Fanatismo? ¿Hobbie? ¿Obsesión?
Kevin Roberts desarrolló una teoría completa sobre las lovemarks (ranking incluido), hablando justamente de aquellas que además de llegar a la cabeza llegan al corazón. Y de eso ya hablamos aquí hace un tiempo: amar una marca, con algunas condiciones.
Si quieren no le digamos amor pero, ¿cuántas marcas pueden generar algo así? Inmediatamente pensé en Coca-Cola, de la que encontré buenos ejemplos. ¿Cuál más?
He aquí el museo de este fanático de Nike.
Y algo similar de Coca-Cola:
Si el tema le gustó, es interesante también como Coca-Cola promueve la relación entre sus coleccionistas generando eventos así:
Una locura. Y dicen que cuando la razón no entiende es porque intervino el corazón.
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