¿Cuánto te tienen que dar para que te compres un DVD?

El DVD probablemente se extinga antes de cumplir 20 años. Nació en 1995, ¿alguien le da cuatro años de vida más?

Probablemente para entonces todavía se vean algunos pero es otro buen ejemplo de la obsolescencia programada. ¿O no tanto?

Es cierto que la vida útil de las innovaciones es cada vez más corta pero si decimos que el VHS nació en 1973 y fijamos su fecha de defunción el año en que nació el DVD, vivió 22 años. Casi lo mismo que su sucesor digital.

Con el lanzamiento del BluRay y especialmente con la posibilidad de ver y almacenar películas y series online, el DVD deja de tener sentido. Es sabido que ni bien el ancho de banda sea suficientemente ancho, no hará falta ningún dispositivo de almacenamiento para ver entretenimiento.

Y evito hacer mención a la piratería. En su momento tratamos el tema: "...hay distintas formas de combatirla y la más exitosa de ellas es, probablemente, la calidad." Es mucho más simple de lo que parece: producí buen entretenimiento, generá volumen suficiente, ahorrate los costos para distribuirlo, comercializalo online. iTunes lo logró con la música. Netflix (u otro) lo logrará con los videos.

Pero entonces, ¿cómo hacés para que un formato que decrece severamente deje de hacerlo, por lo menos hasta que muera? Se le pregunta al consumidor cuánto le tenés que dar para que te compren y le sacás de encima lo que ya no le sirve.

La acción de Iris para Sony Pictures en Australia se explica por sí sola, está bien hecha y bien elegido el protagonista. Y un dato no menor: en los resultados del final no sólo se muestran números del sitio, pero también el incremento en ventas.

DVD Amnesty Cyber case study from Iris Sydney on Vimeo.