Cuenta la leyenda que un día Johannes Gutenberg desafió al mundo afirmando que él podría hacer una copia de la Biblia en menos de la mitad del tiempo que le llevaba al más rápido de los monjes copistas del mundo.
Hasta entonces todas las copias eran manuscritas. La imprenta de tipos móviles revolucionó el mundo permitiendo que el conocimiento se distribuya exponencialmente. Y la información es el único bien que al compartirse, se multiplica sin dividirse.
Desde ese momento en adelante todo se aceleró. Y como en toda revolución, sólo sobreviven los que evolucionan.
Internet (y la tecnología que la acompaña) provocó un fenómeno parecido. No sólo por la velocidad a la que se comparte la información, pero también por la masiva capacidad para generarla.
Hoy un periodista puede ser su propio multimedio (caso J.P. Varsky). O un diario gráfico puede ser una radio.
Hace más de dos años dije que La Nación era el medio tradicional que mejor se estaba subiendo a la tecnología. En aquél entonces hizo una innovadora cobertura de la final de la Champions 2009. Hoy lo repito para decir que la semana pasada el diario La Nación lanzó oficialmente el proyecto LN Radio. Una estación que comienza a formar su grilla y trasmite via Internet utilizando Flipzu.
Sería apresurado pronosticar cuán exitoso puede ser un proyecto como el de LN Radio, juegan demasiadas variables. Pero sí podemos afirmar algo: si esto es una revolución, ellos están evolucionando.
No estamos hablando de una corporación que tiene diferentes medios; estamos hablando de un medio que se sube a diferentes nuevas plataformas.
Y quizá, además, sirva para entender que ningún formato es más importante que el contenido.
Hay una explicacion para esto... DRIDCO! La Nacion copio bien lo que se hace en el resto del mundo: cuando no sabes compras el conocimiento.
ResponderEliminarEfectivamente. A esto se refiere Mike: http://www.dridco.com/institucional/la-compania
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