Mi curiosidad ilimitada (sumado a que soy muy inquieto) generó que durante una reunión revise de punta a punta un tarjetero que ya tiene varios años. Y valió la pena porque encontré un tesoro invaluable: un evidente antecesor argentino a lo que hoy es GroupOn.
Dicen que los cupones nunca funcionaron en Argentina, pero encontré la tarjeta personal de un valiente que en su momento lanzó una empresa que ofrecía un servicio similar y cuyo diseño y nombre, obviamente, remiten al nuevo rey de los cupones.
La tarjeta, además, tiene un dato extra que la potencia: el teléfono ni siquiera tenía el 4, así que podemos confirmar que es anterior a 1999. Mi más sentido pésame a quien en aquél momento soñó con tener una empresa de cupones y hoy, al ver la sobreoferta de este servicio, se debe cansar de recordar que él lo lanzó hace 10 años.
Nada más. Sólo una perlita para el que alguna vez quiera escribir la historia de los cupones en la Argentina. (?).
Felicitaciones batata. una auténtica perla del periodismo de investigación... Guille.
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