El próximo domingo en Argentina se llevarán a cabo las Elecciones Legislativas 2009. Aunque se llenen de boletas, las urnas terminarán vacías una vez más. ¿Qué sentido tienen las elecciones si las campañas no dicen absolutamente nada, si el 48% de los jóvenes ni siquiera sabe que tiene que votar, si los candidatos probablemente no asuman, o renuncien al cargo al que fueron elegidos para poder hacerlo?
Las campañas y el debate de estas elecciones deberían ser las más abundantes en contenido, ideas y propuestas. Más que nunca se tendría que poder escuchar el pensamiento de los candidatos. No se vota a un nombre o una figura, no importa cuánto carisma tenga. Se está eligiendo al grupo de ciudadanos que, representándonos a todos, mañana determinarán las leyes que regulen la forma en que vivimos. Más que nunca deberíamos querer escuchar cómo piensan. Pero tenemos que conformarnos con sus aclamaciones de lo hecho hasta ahora en el caso del Gobierno de turno; o bien, en las agresiones desmedidas a la conducción actual por parte de los opositores. Y nada más que eso.
El 48% de los jóvenes entre 18 y 24 años no sabe si va a votar. Es decir, haciendo un número muy rápido, algo así como un diez por ciento del padrón electoral no sólo que todavía no sabe a quién votar sino que ni siquiera quiere hacerlo. Es darle demasiada ventaja a la clase política para que sigan haciendo con este país lo que ellos quieran. Y el círculo vicioso es interminable: cuanto más desinterés, peor clase política y cuánto peores representantes menos interés. Y así se llega a una Argentina como la de hoy.
Volviendo al terreno que este Blog delimita, las marcas se construyen desde lo que comunican. Y si bien no es frecuente, algunas de ellas se animan a ir más allá de sus fines propiamente comerciales para comprometerse con la sociedad de la que son partes. Esto sirve, no sólo para transmitir un mensaje valioso a la comunidad pero también para arraigar los valores sobre las que se construye esa marca.
Así, la Rock & Pop hace un par de años elaboró una pequeña campaña televisiva rogando que no le faltemos el respeto a nuestra propia historia.
Cada país tiene los gobernantes que se merece. Y el problema de Argentina es muy de fondo. Pero sería un buen momento para que varios próceres hagan realidad aquella buena idea de la Rock & Pop: que se levanten para pegarnos un sacudón y nos hagan entender que quienes nos gobiernan tienen que representarnos. Y lo único que tenemos para lograrlo es el voto.
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